Ahora Qué Venezuela: Maduro inicia gestiones para una reforma constitucional
Sin una asamblea constituyente, se avecina una cambio en la constitución para bloquear la participación política de opositores y blindar la represión
Primero un paréntesis. Desde el lanzamiento de nuestros boletines semanales, hemos estado debatiendo sobre el nombre de este producto. The Local Dispatch era llamativo y cool, pero nos encantaba porque el reporte debía ser bilingüe. El Dispatch o The Despacho no funcionaban. Como suele pasar en una crisis política, hemos estado haciendo diez mil cosas a la vez, y en nuestras redes sociales comenzamos a publicar noticias de última hora bajo el hashtag #NowWhatVenezuela. Nos pareció chévere y capaz de abarcar varias cosas a la vez, como decir “¿qué carajo pasó?” o “¿qué carajo viene?”. La traducción al español, Ahora Qué, funciona bastante bien.
Entonces, ¿ahora qué? Pues van a comenzar a ver este reporte en todas nuestras plataformas, que por cierto, ahora incluyen un canal de WhatsApp—la reina de las comunicaciones en Venezuela. Únanse para mantenerse al día con lo que está pasando en la patria, desde lo más destacado hasta esas noticias poco reportadas afuera que mejor describen nuestra realidad.
Pasos para ilegalizar a la disidencia en leyes y constitución
No es la primera vez que Maduro llama a meterle mano a la constitución de su predecesor y padre político. Se suponía que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)—instalada en 2017 después de que el TSJ asumiera poderes parlamentarios y el chavismo enfrentara una rebelión de tres meses en la calle—iba a escribir una nueva constitución “reforzada” para someterla a referéndum consultivo. Nunca se hizo. Aquella ANC se dedicó a reemplazar a la Asamblea Nacional electa en 2015, inhabilitar a candidatos y partidos opositores, y brindarle poderes especiales a Maduro (como la gestación de contratos petroleros) sin intervención del poder legislativo. La constitución de 1999 entonces quedó intacta. Su última reforma fue en 2009, mediante un referendo, cuando Chávez introdujo la reelección indefinida.
Ahora, el chavismo parece venir con un proyecto menos ambicioso, pero más práctico a fines de codificar un control casi total sobre el espacio político. El objetivo no parece ser la sustitución de la constitución de Chávez, sino reformar artículos puntuales y leyes que ya existen para impedir que la oposición que desconoce a Maduro como presidente pueda participar en elecciones otra vez.
Anoche, en el evento de su “Mensaje Anual a la Nación: Logros y Victorias 2024” (en otros tiempos conocido como Memoria y Cuenta), Maduro nombró a Tarek William Saab como presidente de una nueva comisión nacional para reformar la constitución. Cilia Flores, Delcy Rodríguez y Herman Escarrá serían parte de un secretariado ejecutivo.
¿Por qué importa? ¿O qué buscan los chavistas con esto? Jorge Rodríguez ha estado en conversaciones con la oposición afín al PSUV (Burro Martínez, Parra, Brito, etc) para armar el cronograma electoral de 2025 y reformar la Ley Orgánica de Partidos Políticos, la Ley de Manifestaciones Públicas, la Ley de Procesos Electorales, y los artículos 130 y 131 de la constitución. En términos generales, ambos artículos dicen que los venezolanos tienen el deber de defender la patria y acatar la constitución, las leyes y los órganos del Poder Público. Según abogados constitucionalistas entrevistados por Efecto Cocuyo, las iniciativas de reforma buscarían bloquear la participación en elecciones de figuras no subordinadas a los intereses de Maduro y la cúpula gobernante.
Más información: Centrados, el partido que lidera Enrique Márquez—excandidato presidencial desaparecido desde la semana pasada—rechazó esta semana la convocatoria chavista de organizar elecciones cuanto antes. Centrados había participado en la revisión de leyes en 2o24 y en noviembre entregó un proyecto de reforma electoral que no obtuvo respuesta.
Día del Maestro: la crisis del docente venezolano en datos
“El Docente IV [nivel más alto en la tabla salarial] recibe hoy una quincena de Bs. 389.59 [equivalente a $7.2 a la tasa oficial]” dijo a El Tiempo Maira Marín, presidenta del Sindicato Venezolano de Maestros en Anzoátegui. “Conmemoramos nuestro día con buenos recuerdos de remuneración y seguridad social. Este 15 de enero, ¿qué se puede celebrar?”
En Bolívar, los maestros que hablaron con el Correo del Caroní cuentan que tienen al menos dos trabajos aparte de la docencia, como vender helados, dar clases en la tarde y hacer transporte escolar. En Táchira, los maestros se rebuscan en la frontera revendiendo productos colombianos y limpiando viviendas en Cúcuta, según un reportaje de El Pitazo. La reportera Francesca Díaz apunta que los bonos para maestros, que suman unos $130, no alcanzan para costear la canasta básica de alimentos, por lo que 76% de los docentes han tenido que abandonar la profesión en los últimos años.
¿Habrá maestros para los estudiantes de mañana? El incentivo para formar nuevas generaciones de educadores parece nulo. “En la UCAB, sede Guayana, la carrera de Educación solía estar llena. Ahorita tuvieron que cerrarla porque no hay jóvenes que quieran estudiarlo. Y no tanto que no quieran estudiarlo, sino que sopesan: oye, ¿me voy a poner a estudiar una carrera que a la larga no me va a remunerar para yo mantener a mi familia?”
¿Por qué importa? Venezuela necesita unos 256 mil docentes para garantizar el derecho a la educación. Celsa Afonso, directora de la Escuela de Educación de la UCAB, señaló a Radio Fe y Alegría que el país perdió 160 mil docentes entre 2018 y 2021. Según ella, es urgente realizar un censo educativo para calcular la tasa de docentes por alumnos en el sistema público, donde habría unos seis millones de niños y adolescentes.
Secuelas de la protesta del 9 de enero de Maracaibo a Tucupita
En Caracas, Efecto Cocuyo informa que hay presencia de funcionarios de la PNB en todos los accesos de la Universidad Central de Venezuela desde que reiniciaron las clases el lunes. El despliegue se habría dado por la aparición de dos carteles colgados en el edificio de la Biblioteca Central: uno diciendo “la verdad vence la sombra” y otro “7.443.584” en referencia a los votos recibidos por Edmundo González el 28 de julio.
Después de la liberación de Manuel Muñoz—estudiante de Derecho y coordinador de Vente Joven en Caracas que fue desaparecido el 9 de enero—quedan dos ucevistas presos en Tocorón: Anthony Granadillo y Armando Solís, cursantes de Arquitectura e Historia respectivamente.
Daniel García, un coordinador parroquial de Vente Venezuela en Maracaibo, también está recluido en un comando de la GNB desde el 9 de enero. Tiene 28 años y es padre de una bebé.
“No es una persona importante en la política, solamente apoya un partido. Pero en Venezuela pensar diferente es un pecado”, dijo su madre, Jenny Morillo, a TalCual. La esposa de García pasa los días en una acera frente al comando de la Guardia esperando para poder verlo. El régimen asignó defensores públicos a García, que tiene riesgo de infección por una operación que se le practicó de niño. Su caso sería trasladado a Caracas, a 12 horas en autobús, porque es en la capital donde están los llamados tribunales anti-terrorismo.
Vente Venezuela también denunció la prisión de Christian Méndez y José Ángel Lepage, jóvenes detenidos por protestar el 9 de enero en Tucupita. Lepage es dirigente del partido de María Corina en Delta Amacuro.
¿Por qué importa? Aproximadamente dos tercios de los políticos capturados desde el 28 de julio son militantes de Vente Venezuela, según este reportaje de la Alianza Rebelde Investiga.
Lecturas recomendadas:
- La Patilla: Pableysa Ostos ofrece un balance de la represión post-electoral en el estado Bolívar, donde 10 dirigentes políticos están detenidos tras desaparición forzada.
- Crónica Uno: Reportaje sobre cómo algunos educadores venezolanos se mantienen en la profesión a pesar de los salarios.
- Efecto Cocuyo: El servicio de verificación Cocuyo Chequea explica qué son los jueces de paz, cuáles son sus competencias y por qué genera incertidumbre sus funciones.
- Portuguesa Reporta: A falta de financiamiento para el sector, Fedeagro reporta la caída de hectáreas sembradas de vegetales y cereales en 2024.
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