Muscar: explicando el daño al corazón del gas venezolano
¿Qué sabemos sobre el Complejo Operativo Muscar a un mes de la explosión?
El 11 de noviembre una explosión sacudió el Complejo Operativo Muscar en Punta de Mata, estado Monagas—un nodo vital en el sistema gasífero nacional. En línea con la tradición del chavismo de minimizar los problemas de mantenimiento y gestión en PDVSA, el régimen intentó desviar la culpa señalando a María Corina Machado y Erick Prince. Según la vicepresidenta y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, 11 personas fueron arrestadas tras el incidente.
Caracas Chronicles consultó con expertos venezolanos y otras fuentes para entender el papel crucial de Muscar en el abastecimiento de gas, su funcionamiento, y las repercusiones inmediatas y a mediano plazo de la explosión.
¿Qué es Muscar y para qué sirve en circunstancias normales?
El Complejo Muscar es el centro de recepción y distribución del gas asociado a la extracción de petróleo en el norte de Monagas, que aporta más de dos tercios del gas que se consume en Venezuela. Primero, Muscar recibe el gas que viene de pozos cercanos—campos Carito, Pirital, Santa Bárbara, entre otros—y envía una parte a plantas de extracción de líquidos como San Joaquín y Santa Bárbara. Allí el gas es separado en gas natural seco y líquidos de gas.
“En Monagas se extrae un crudo liviano que genera bastante gas asociado a la producción”, comenta uno de los expertos consultados por Caracas Chronicles. “Muscar, que es el corazón del sistema nacional, procesa el gas que viene de esta producción y el gas seco lo envía al resto del país, vía Anaco”.
El gas seco se envía a la Estación Principal Anaco, que podría llamarse el “cerebro” del gas venezolano porque conecta el gas de Monagas al resto del sistema nacional. Anaco actúa como una especie de pulpo que transporta gas al mercado interno: al Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui (Jose), a Margarita, el estado Sucre, la Región Central, Occidente y a la Región Guayana y la CVG.
Los líquidos de gas son enviados a Jose para su fraccionamiento, principalmente propano y butano, que se usan en las bombonas de gas que un gran porcentaje de la población utiliza para cocinar. El propano también se utiliza como materia prima de las plantas de olefinas que con procesos adicionales se convierten en resinas plásticas. El gas seco que llega a Jose alimenta las plantas de metanol y amoníaco, que son petroquímicos de exportación y fuente de divisas.
¿Qué se sabe del daño a la infraestructura?
PDVSA, en comunicados escuetos, indicó que el incendio dentro del complejo se originó en la línea Muscar-Soto, un gasoducto de 26 pulgadas que manda gas seco a Anaco. Varias imágenes difundidas en X parecen revelar más daño que eso. Según un experto consultado y reportes no oficiales, hay daños importantes a las tuberías que conectan Muscar con las plantas de compresión y las zonas de extracción en sus alrededores.
¿Qué pasó a raíz de la explosión?
La explosión inhabilitó las conexiones entre las zonas petroleras del norte de Monagas y Muscar, y cortó el flujo de gas desde Muscar hasta Anaco. Esto quiere decir que todo el gas que sale de esa zona ha quedado aislado. Antes del accidente, en Oriente se producían 2.300 MMPCD (millones de pies cúbicos diarios de gas) según un informe preliminar de S&P Global Commodity Insights.
Las operaciones de José se paralizaron inmediatamente después de la explosión, y quedaron fuera de servicio las plantas de San Joaquín y Santa Bárbara, las empresas petroquímicas Metor I, Metor II y Fertinitro, a la CVG, y las centrales termoeléctricas de Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta—lo que provocó una emergencia eléctrica en Margarita el mes pasado.
Al no poder tomar el gas generado por los pozos, PDVSA tuvo que cerrar la producción de crudo liviano en las cercanías de Muscar como medida inicial. El crudo liviano producido en la región se mezcla con el petróleo extrapesado de la Faja Petrolífera para producir Merey 16, la segregación más importante en la exportación de crudo de Venezuela. PDVSA también tuvo que cerrar parte de la producción de la Faja, a falta de diluyente después del incendio. En los días posteriores, Venezuela dejó de exportar unos 120 mil barriles diarios según un experto consultado.
Efecto Cocuyo ha reportado que Muscar surte 80% del Criogénico de Jose que distribuye gas de uso doméstico a poblaciones de Guárico y Monagas. Hace 15 días, Bloomberg señaló que la producción de gas butano ha caído 97% desde la explosión. En los últimos días, han circulado información en medios locales de largas colas para obtener cilindros de gas en Maturín y Anaco.
¿Qué control de daños ha hecho PDVSA?
PDVSA reabrió los pozos en las cercanías de Muscar, y ya está enviando crudo liviano a José para mezclar y producir Merey 16. La producción de crudo es ahora solo 30.000 bpd menos que antes de la explosión. Pero todo el gas que está saliendo de la producción en Monagas Norte—unos 2.000 MMPCD que quedaron aislados de Muscar y no pueden ser procesados o inyectados—se va a la atmósfera sin usarse, por venteo o mechurrios que PDVSA ha conectado a los yacimientos.
Para mitigar el déficit de gas, PDVSA subió la producción de gas de Guárico a 300 MMPCD, cerró el suministro a las Regiones Central y Occidental (que tienen fuentes adicionales de energía), y dejó de enviar a Guayana. Con aproximadamente 400 MMPCD que recuperó, el Estado está enviando a Nueva Esparta, Sucre, y a Jose—aunque con volumen y presión insuficientes para resumir las operaciones petroquímicas por completo.
“Hay un tren de metanol que está funcionando. La planta de amonio está parada, y así sucesivamente”, cuenta un experto. “Están jugando con el gas y repartiendo de forma estratégica para que el problema tenga menos visibilidad”.
Según el experto, el siguiente paso para PDVSA sería adquirir equipos nuevos que permitan restablecer la conexión entre Muscar y Anaco, un proceso que podría extenderse hasta 2025.
¿Qué se sabe de la quema de gas en Monagas antes y después de la explosión?
Antes del accidente, Venezuela se situaba como el quinto país que más quema gas en antorcha—solo detrás de Rusia, Irán, Irak y EEUU—según el Banco Mundial. A diario se quemaban unos 1.200-1.300 MMPCD en Monagas, más de la mitad de todo el gas producido en el estado. Colombia consume 800 MMPCD.
Esto sucede porque los compresores de gas de PDVSA no tienen capacidad de reinyectar todo el gas asociado a la producción de crudo, y el exceso termina yéndose a los mechurrios. Las plantas de compresión Pigap I y Pigap II, concebidas para inyectar gas en altísima presión a los pozos cercanos, están fuera de servicio desde hace varios años. Fueron expropiados por el gobierno de Chávez en 2009 junto a otras 74 compañías especializadas. Después de que un gasoducto de Pigap II explotara en 2021, el entonces ministro Tareck El Aissami también habló de “ataque terrorista”. En Muscar, los compresores de menor presión que bombean a Anaco también fueron dañados después de la reciente explosión.
Después del incendio, todo el gas proveniente del norte de Monagas—alrededor de 2.000 MMPCD aislados en Monagas—está quemándose.
“Es una tragedia nacional. Se hicieron grandes inversiones para inyectarle gas y agua a los pozos en lo que se denomina el eje de Furrial, para optimizar la gerencia de los yacimientos y extender su vida”, comenta un experto. “Ahora se ha perdido la presión y hay menos producción de crudo, pero más gas se quema y contamina mientras el resto del país sufre de escasez”.
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