María Oropeza: una detención ilegal en vivo y directo

María Oropeza es miembro de Vente Venezuela. Su detención –transmitida en vivo– llamó la atención de toda Venezuela, y CIDH le otorgó medidas cautelares.

Nombre: María Andreína Oropeza
Año de nacimiento: 1994
Fecha de la detención: 6 de agosto
Lugar: Guanare, Portuguesa
Ocupación: Coordinadora estadal de Vente Venezuela y jefa del Comando Con Vzla en Portuguesa

María Oropeza nunca habló directamente sobre su posible detención, pero ella y su familia sabían que era una posibilidad. Desde las elecciones presidenciales su chat con su hermana dejó de ser una conversación normal y se convirtió en un hilo de reportes: Oropeza contándole dónde iba a estar ese día, si iba a estar sin señal, si iba a estar incomunicada. Sabían a lo que se enfrentaban, pero intentaban mantener una vida lo más normal posible, principalmente para evitar la angustia de su madre. 

La detención de Oropeza se hizo noticia rápidamente porque ella la transmitió en vivo por las redes sociales: miles de personas vieron a funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) derribando la reja de su puerta y entrando para llevársela sin explicaciones ni orden de allanamiento. 

Unos días después, la Corte Internacional de Derechos Humanos le otorgó medidas cautelares, por considerar que que se encuentra “en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos”.

Luego de la detención de Oropeza, su madre dedicó todo su tiempo a averiguar sobre el paradero y el estado de su hija. Durante diez días no sabían absolutamente nada. La buscaron en cada comando policial de Guanare y de Acarigua antes de viajar a Caracas. Allá les dieron más información: está en El Helicoide. La misma DGCIM hizo un video, mostrándola como una terrorista peligrosa.

Para su hermana es una situación “muy dolorosa”. A Oropeza no se le permite hablar con ninguno de sus familiares. “Es muy difícil pensar en cómo estará, qué le estarán haciendo”. Le imputaron cargos de terrorismo e incitación al odio, como a cientos de personas detenidas desde las elecciones. Su familia todavía no sabe qué evidencia están usando contra ella en el proceso legal, que se está llevando a cabo en un tribunal civil. Le impusieron el defensor público número 94. María fue privada, como tantos otros, del derecho a escoger su defensa.

Luisanny tiene mucho que decir sobre ella: que le gustan los deportes, que sigue al Real Madrid y a los Leones del Caracas, que siempre está escuchando Guns N’ Roses, que baila, canta y escribe poesía; pero, sobre todo, que es inocente. “Su único delito es luchar por Venezuela”, dice. “Nosotros, como familia, vamos a seguir luchando para que la dejen ver y la dejen en libertad. Exigimos libertad para María Oropeza y para todos los presos políticos en Venezuela”.