Caracas Chronicles

LOS MITOS

El voto no es secreto

Falso. El sistema automatizado del CNE garantiza que el voto sea secreto. Cuando la persona vota, su voto no se almacena en el sistema vinculado a su cédula de identidad. El orden en que los votos aparecen―en una base de datos encriptada y separada―es totalmente aleatorio, lo que hace imposible reconstruir la secuencia de votación. No se puede saber por quién votó alguien según el número de cédula.

El chavismo puede manipular los números de la elección como le dé la gana

Falso. El chavismo sólo ha manipulado números en elecciones donde la oposición no ha competido, como en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente en 2017 y el referéndum sobre el Esequibo el año pasado. Esto ha sucedido porque en esas ocasiones, la oposición no ha enviado testigos que al final de la jornada puedan comprobar un fraude con actas de votación en mano. Con el despliegue del Comando de Campaña y partidos de la Plataforma Unitaria, las posibilidades de desmontar cualquier manipulación son bastante altas.

El oficialismo sí ha trampeado elecciones a través de la intimidación, la presión clientelar con recursos del Estado, y dilatando la votación en centros electorales grandes y tradicionalmente opositores.

Existe un cable submarino que llega a Cuba y desde ahí se cambian los resultados

Falso. Los resultados se transmiten encriptados por una red privada que incluye a los operadores telefónicos (como CANTV y Movilnet) y la red satelital del Estado. Esta red es auditada por las organizaciones políticas, y es imposible que sea intervenida por algún actor (como un gobierno extranjero) que quisiera alterar los resultados. La red está creada de forma que sólo las máquinas de votación debidamente identificadas puedan dejar mensajes en la red. Sólo los centros de totalización del CNE pueden recibir esos mensajes, y sólo a partir de las 6.00 PM del día de la elección.

Además, cuando cierran los centros de votación, se imprime un acta para cada mesa electoral que contiene la identificación de la mesa, el cargo que se está eligiendo (Presidente de la República, en este caso), y los votos que obtuvo cada partido y candidato (además de los votos nulos). Gracias a esto, los testigos de los partidos políticos pueden verificar que la información transmitida y publicada por el CNE es la misma que aparece impresa en el acta.

El acta también incluye un código QR que contiene dicha información y le facilita el control electoral a los partidos políticos.

Para mesas de votación en sitios remotos sin transmisión telefónica o satelital, el proceso de transmisión ocurre trasladando un pen drive con la información de la mesa a otra localidad donde haya conectividad. Allí se utilizará otra máquina para transmitir los resultados del centro aislado.

Los cuadernos y las máquinas de votación pueden llenarse con votos de personas que no participaron el día de la elección

Imposible. Cuando la persona va a votar, debe mostrar su cédula y poner su huella dactilar en un dispositivo conocido como captahuellas. La máquina de votación sólo se activa si la huella de la persona coincide con la huella contenida en la memoria del dispositivo. Si no coinciden, el presidente de la mesa debe autorizar el voto verificando la cédula del elector.

Existen miles de electores ‘multi-cedulados’ que votan muchas veces

Falso. Los partidos políticos realizan dos auditorías del Registro Electoral que establecen con precisión que la duplicación de huellas de electores no ocurre sistemáticamente. Por ende, los resultados no se pueden alterar por unos supuestos electores que intentan usurpar la identidad de otros. Además, las máquinas de votación no permiten que personas con dos cédulas se identifiquen y voten con la misma huella.

La auditoría de la última elección en Venezuela estableció que menos de 2 personas por cada 100.000 tienen huellas duplicadas. Esas pocas huellas duplicadas se deben en su mayoría a problemas de sincronización entre el SAIME y el CNE relacionadas a la nacionalización de ciudadanos (donde un mismo elector puede aparecer simultáneamente con cédula venezolana y de extranjero).

Los muertos votan

Hay personas fallecidas que aún aparecen en el Registro Electoral. El sistema de depuración de fallecidos del CNE es un proceso que tiene errores y demoras―no  es que con sólo presentar una partida de defunción, el elector fallecido saldrá del Registro. Podrían existir entre 100.000 y 200.000  muertos aún en el Registro Electoral.

Pero como dijimos antes, la máquina no se activa a menos que el sistema reconozca la huella dactilar del elector. El muerto sólo podrá votar si un votante usurpador se lleva el dedo fresco de un fallecido.

Sólo puedes votar con tapabocas  y pantalones  puestos

El reglamento  del CNE no dice nada sobre tapabocas o vestimenta. El único requisito para votar es la cédula de identidad, aun cuando esté vencida.

Los rectores del CNE son todos chavistas

No. Aimé Nogal y Juan Carlos Delpino, dos de los cinco rectores del CNE, formaron parte de los partidos Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática. En junio, el rector Delpino condenó en Efecto Cocuyo el comportamiento  arbitrario y opaco de Elvis Amoroso, actual presidente del CNE. Delpino denunció la existencia de sensores internos dentro del CNE, y que la directiva actual no había sesionado en tres meses.

LAS TRAMPAS

La hora del anuncio  de resultados

El CNE podría producir reportes parciales con los resultados que se van totalizando después de las 6 PM. Se supone que CNE sólo anuncia resultados cuando hay un resultado claro que no pueda revertirse con los votos que falten por transmitir (como los que vienen de centros remotos). Pero para las 8 PM, ya el CNE debe tener una idea clara de quién es el ganador.

Esto significa que el atraso usual de los rectores del CNE que nos ha dejado “en la baranda”  hasta la medianoche  es realmente injustificado.

El CNE ‘ordena’ el cierre de los centros

Según el reglamento,  los centros electorales deben funcionar de 6 AM a 6 PM, y no pueden cerrar mientras haya electores en cola. Sin embargo, el oficialismo ha presionado  a funcionarios del CNE y soldados del Plan República para que los centros cierren antes de hora.

Voto supervisado

Según la Ley Orgánica de Procesos Electorales, el voto asistido es legal bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo, si se trata de una persona con discapacidad o en edad avanzada. En esos casos, el elector debe dar su consentimiento para que una persona lo acompañe a votar. Pero un ciudadano no puede acompañar a más de un elector.

Los abusadores que intenten acompañar  y vigilar el voto de más de una persona con cualquier excusa cometen un delito electoral.

Los puntos rojos y colectivos

El hostigamiento a los electores, el proselitismo político, y las aglomeraciones a 200 durante el día de la elección a 200 metros de los centros electorales están prohibidos. Pero el oficialismo históricamente ha desplegado a grupos de militantes y motorizados armados para presionar al electorado, generalmente en zonas populares y bastiones chavistas.

El carrusel del PSUV

Es un delito electoral. Ocurre cuando los electores se quedan con el comprobante de su voto (en lugar de depositarlo en las cajas de resguardo de las mesas electorales) para mostrárselo a grupos de militantes chavistas a las afueras del centro (y de esa forma poder seguir recibiendo alguna ayuda del Estado). 

La Operación Remate

Ocurre cuando grupos pro-chavistas trasladan a personas que no han votado de forma masiva a los centros electorales. Suele ejecutarse en horas de la tarde, cuando ya está oscureciendo y los centros electorales están prontos a cerrar.