A Vast Criminal Sub-Culture
Smitten as I am with the economics profession, I do realize it has its limitations. Some topics demand a sociologist’s mindset to really appreciate. I’m thinking Crime.
Take it away, Father Moreno,
Todo empieza por las prácticas: “atracas, en pequeños grupos o en conexión con otros compinches y no tiene consecuencias. Entonces te afirmas en lo que estás haciendo y te afirmas en la manera de entender y de pensar. Empiezas a pensar que las cosas son así, que hay una forma natural de hacer las cosas así; que es lícito, que es normal hacerlo”. Así se forma “una mentalidad, una manera de ver que acaba por convertirse en una subcultura. ‘Yo soy así’. De unos años para acá han empezado a jactarse. Es más: pertenecer a esa cultura se convierte en un logro, se convierte en motivo de orgullo”. Ahora es, no una postura individual, sino una posición de grupo.
La vida humana merece, para la sociedad, un gran respeto. No así para los integrantes de esta subcultura. Ser malandro es “tener poder, y tener poder quiere decir tener todas las jevas que yo quiera, tener todo el dinero que yo quiera, tener el dominio de todos los que yo quiera”, describe. Los estudios de Moreno revelan que la gran motivación de estos delincuentes es imponer el ser respetados. “¿Cómo ven la vida? La vida como poder”.
…
“Los malandros realmente activos en un barrio generalmente no pasan de 5 o 6, 10 cuando mucho. En un barrio de 8 mil habitantes 10 personas no es mucho. Es que la gente se cree que nosotros en Venezuela tenemos infinidad de malandros. No es verdad. No son tantos los malandros. Lo que pasa es que tienen una capacidad de muerte que es asombrosa. Tienen las armas que quieren, no tienen consecuencias negativas porque hay completa impunidad, tienen cómo moverse de un lado para otro. Tienen todas las facilidades. El porcentaje de delincuentes asesinos que nosotros tenemos no pasa del porcentaje de potenciales delincuentes de este tipo que pueda haber en cualquier sociedad. Lo que pasa es que en esas sociedades están controlados”.
It’s a really interesting interview, read it all.
And yup, it’s a kind of threefer this one, as far as things you don’t see much around here: Sociologists, priests, and the Correo del Orinoco.
Incidentally, one hates to shift focus away from a really quite decent interview to a cranky aside on Communicational Hegemony, and yet Vanessa friggin’ Davies forces the issue. Her piece goes to extraordinary lengths to avoid mentioning Moreno’s basic institutional belongings: the fact that he’s a catholic priest, the fact that he teaches at a catholic university.
I can only imagine the intramural wranglings at Corrreo del Orinoco that led to this piece coming out like this. It’s a little like running a detailed interview with Mark Zuckerberg that scrupulously avoids the words “Facebook” and “computer.”
[Hat tip: Gaveledo.]
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