Fourteen years on

Oh geez, has it really been fourteen years already? Who knew?! Time flies when your country is going down the toilet. Dígalo ahí, Santos, Cuando empezó la revolución, las...

chavez capriles
Que bolas esta foto…

Oh geez, has it really been fourteen years already? Who knew?! Time flies when your country is going down the toilet.

Dígalo ahí, Santos,

Cuando empezó la revolución, las exportaciones petroleras de Venezuela equivalían a 522 dólares por persona. Catorce años después, al cierre de 2012, esa misma cifra alcanza los 3.095 dólares per cápita. Es una cifra colosal, aun si ajustamos por inflación en Estados Unidos el aumento es de 324%. Decir eso es decir que cada uno de los 14 años nuestras exportaciones petroleras reales per cápita crecieron 11%. Pero esta lluvia de recursos no fue suficiente. En 1998 la deuda de externa de toda la República era de 28.455 millones de dólares (1.220 dólares por persona). Al tercer trimestre de 2012, la deuda externa consolidada de la República totalizó 102.357 millones de dólares (2.454 dólares por persona). Aun ajustado por inflación, cada uno de nosotros debe 101% más que hace 14 años.

¿Qué hicimos con todo ese dinero? Muy poco, la verdad. El PIB per cápita, en una época de bonanza extraordinaria, ha crecido 13% en 14 años (0,9% anual). En ese período, pasamos de importar 838 dólares por persona al año a nada menos que 1.350 dólares. A falta de producción e inversión nacional, las importaciones hicieron posible un enorme boom de consumo: un venezolano promedio consume en volumen 53% más que en 1998. Así, la renta petrolera entera se nos escapó en importaciones (428.083 millones de dólares o 62% de las exportaciones petroleras) y salidas de capital (169.378 o 25%). Allí tenemos ya el 87% de los ingresos provenientes del petróleo. ¿Y los de la deuda? Esa historia es más triste aún. Todo el crecimiento de la deuda pública externa y buena parte de nuestras reservas internacionales fueron a las arcas del Fonden. Desde su fundación, el fondo ha recibido más de 105.000 millones de dólares, sin que tengamos hasta la fecha ninguna idea de qué hicimos con ese dinero.

It’s ironic. All these years later, the only defense left for chavismo is that it has “reduced poverty” – a reduction that, when you look at it closely, amounts to rerouting a portion – but only a portion – of an enormous oil windfall to imports of final consumption goods, all the while massively expanding debt and turning an enormous portion of our public finances into an accountability black hole.

That “achievement” is all chavismo has on hand to justify the rise of an autocratic state alongside the wholesale dismantling of law-based government.

But development as freedom?  Development as deepening people’s capabilities?  The one capability chavismo has allowed people to develop is the capability to shop for foreign-made goodies.

Happy 2 de febrero, everyone. I’m going back to bed.