Domingo Sifontes and Luis Oliveros up for another round on the gas subsidy

So after the heated controversy in the blog last week, I thought I’d invite Domingo Sifontes and Luis Oliveros to a “derecho a réplica”. Acá la tienen. En...

So after the heated controversy in the blog last week, I thought I’d invite Domingo Sifontes and Luis Oliveros to a “derecho a réplica”. Acá la tienen.

En esta réplica, nos centraremos en la crítica realizada por Juan Nagel sobre el papel de los economistas en este tipo de debates y de cómo artículos como el nuestro hacen daño para la discusión. Solo faltó decir que nosotros somos los culpables del subsidio a la gasolina.

La posición de Juan es que hay que cobrar la gasolina a precios internacionales. Nosotros no estamos en contra de eso, la diferencia radica en ¿cómo llegar a ese precio? ,¿cómo implementarlo?, a fin de cuentas, ¿cómo desmontar el subsidio?

Juan dice “Lo que yo creo que debiera o no debiera hacerse dadas las realidades políticas del país es irrelevante porque no soy político, soy economista”. Para él, la solución es técnica, básicamente calcular el precio y decir cuál es. Las preguntas anteriores son para los políticos, para él  parecerían ser irrelevantes. Allí es donde creo existe la principal diferencia.

Nosotros no negamos que el subsidio sea ineficiente, es en efecto, muy perverso y precisamente por todo el tiempo que tiene la gasolina en nuestro país con el mismo precio es que creemos que se debe generar un programa que permita ir aumentándolo. No se trata de evadir la realidad o no “querer cantar las verdades como las veo desde el punto de vista económico” como plantea Juan, es asumir que nuestra economía está repleta de subsidios y la mejor manera de ir eliminando el perverso efecto que estos tienen es hacerlo gradualmente. No creemos que se trate de meterse en política o no. Toda vez, que se tenga que tomar una decisión pública, queramos o no estamos metidos en “política”.

Posiblemente Juan se aferre a la idea de que nuestra propuesta no tiene ningún sustento técnico y en eso radique la crítica, básicamente  nos enfocamos en el caso Iraní y para ser un artículo de divulgación creemos que está bien.

Hace pocos días, por ejemplo, el reputado economista del IESA Francisco Monaldi afirmó en el programa de César Miguel Rondón “la solución no es aumentar de una vez el precio de la gasolina”, supongo que Juan crítica esa posición y además exigiría razones técnicas de semejante afirmación por parte de Francisco, que de lejos, es el economista que mejor domina, junto con Osmel Manzano, el tema de los hidrocarburos en el país, es decir, algo tendrá que decir sobre el tema del precio de la gasolina.

Aumentar el precio de la gasolina en Venezuela al precio internacional significaría lo siguiente: el promedio de la región (excluyendo a Argentina, Bolivia y Ecuador quienes tienen precios subsidiados) está por el orden de los $1.47/litro, cifra casi 72 veces más que el precio en nuestro país,  lo cual llevaría el precio de un tanque promedio de 40 litros en Venezuela a Bs. 252.84 (tipo de cambio Bs. 4.3/$). Esa cantidad representaría el 12% del salario mínimo en Venezuela.

Amanda Beaujon del IESA presentó los resultados de dos encuestas que realizaron en agosto de 2011 a 55 expertos sobre la industria petrolera. Obviamente el tema del subsidio a la gasolina tuvo su apartado:

  1. Precio recomendado: 48% entre el precio de exportación y el costo promedio de producción, 43% costo promedio de producción y 9% precio de exportación;
  2. Gradualidad de la reducción del subsidio: 6 años 31%, 3 años 45%, 1 año 14%, 6 meses 5%, terapia de choque 5%.

Tomando en cuenta las críticas de Juan a nuestras recomendaciones, la mayoría de estos expertos ¿no deberían ser considerados economistas sino políticos? ó lo que hacen es ¿elucubrar?

Por último una recomendación a Juan: de “La Rebelión de los Náufragos” de Mirtha Rivero repasa el capítulo sobre los problemas que tuvieron los economistas miembros del equipo de CAP II. ¿Estamos para cometer los mismos errores?, ¿La lección no fue aprendida?. La situación es en extremo delicada y por eso es que no podemos asumir posiciones inocentes del tipo: “mis cuentas son estas y listo, vean ustedes que hacen”.

La puerta está abierta para continuar con el debate e insistimos, no se trata de mantener el subsidio sino de cómo desmontarlo de la mejor manera posible y para eso tiene que darse una gran discusión. Esperamos que esto contribuya en algo.